lunes, 28 de septiembre de 2009

De las cosas prohibidas en la Escuela. Pablo Latapí Sarre.

Hola compañeros(as):



"De las cosas prohibidas en la Escuela"
de Pablo Latapí Sarre.



En este artículo de Pablo Latapí Sarre, publicado en la Revista Proceso (no tengo el dato de la fecha), rescate algunos fragmentos, que me pareció interesante compartir con ustedes, ya que habla de un esceptismo sobre la innovación, la creatividad en las aulas. Con la magia de la pluma de Pablo Latapí, les invito a reflexionar...
..."El PNE 2001-2006 contiene semillas nada despreciables para las deseadas transformaciones cualitativas de nuestra educación: concepciones diferentes de lo que es aprender y lo que es enseñar, planteamientos sobre lo que implicarán las tecnologías informáticas o descripciones del perfil del maestro del futuro; en la medida en que estas innovaciones vayan siendo asumidas y aplicadas por los diversos actores del sistema educativo, se irá transformando la práctica.
Uno de los propósitos novedosos que aparece en varios pasajes del Programa, articulado con frecuencia al concepto de calidad educativa (pp. 150-151), es el de fomentar la creatividad de los alumnos; esta idea se contrapone a las prácticas predominantes de exigir que se aprenda lo que está prescrito y de enseñar sólo como está prescrito.
Hablamos con frecuencia de fomentar la creatividad de los alumnos, pero no la definimos. Creatividad no significa decir ocurrencias ni tampoco ser necesariamente originales. Como propósito pedagógico, la creatividad tiene detrás una concepción del conocimiento y de la manera como lo organizamos en nuestra mente, e implica la capacidad de apartarnos de los ordenamientos tradicionales, dados por los linderos de las disciplinas científicas y la distribución de los contenidos curriculares, y hacer surgir otros principios ordenadores, otras síntesis, otras perspectivas..."
..."¿Cómo fomentar en alumnos comunes y corrientes (muchos de los cuales están por debajo de lo común y corriente en el desarrollo de su inteligencia) esta capacidad creativa? ¿Cómo empujarlos al empleo pleno de su inteligencia ayudándoles a desarrollar la aptitud de organizar sus conocimientos de nuevas y variadas maneras? Un camino que está cobrando importancia entre quienes filosofan sobre la educación del futuro (impulsado por Edgar Morin, a quien debo algunas de estas ideas) es el de acercar a niños y jóvenes a comprender la realidad, respetando la complejidad de ésta; en vez de tratar, como se ha hecho en los últimos 500 años, de simplificar lo complejo entregándoles conocimientos cerrados y aislados, fruto de la abstracción y la clasificación disciplinaria, se propone introducirlos gradualmente a lo complejo, problematizando los objetos de conocimiento y despertando su capacidad de descubrir nuevas relaciones entre ellos.
Comprender que la realidad es compleja es el punto de partida de la problematización, y la problematización es la fuente de la creatividad. La psicología cognitiva ha mostrado que los aprendizajes significativos suceden, más que por separación, por la integración de varios conocimientos en visiones más amplias y globales. Desarrollar la capacidad de contextualizar los hechos, interrelacionarlos e integrar lo que se va aprendiendo es, por tanto, una manera de suscitar la creatividad. La gran aliada que tiene una estrategia de enseñanza con este enfoque es la curiosidad de los educandos, una facultad extraordinariamente poderosa en los niños y jóvenes, desafortunadamente olvidada en la pedagogía instruccional predominante; los niños tienen una capacidad innata de interrogar, de buscar explicaciones, de inventarlas y de dudar de ellas. La otra gran aliada es la intuición, esa forma de inteligencia imaginativa, directa y anticipatoria que nuestra escuela racionalista se ha empeñado en sofocar. Nuestra especie está dotada de estas capacidades para avanzar en la comprensión de una realidad que la sobrepasa; parece llegado el momento de tomarlas en serio al definir la educación..."
..."la educación del futuro será mucho más que proporcionar técnicas para manejar información o disponer de conocimientos prácticos (como ofrecen hoy los mercaderes); se propondrá que cada alumna y alumno constituya en su interior un estado de alma profundo, se convierta en sujeto consciente, capaz de orientarse al correr de los años en la búsqueda del sentido de las cosas y del sentido de su vida. Así transformará la información en conocimiento y el conocimiento en sabiduría; habrá aprendido a vivir..."
Pablo Latapí Sarre.

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